jueves, 1 de octubre de 2015

Lecturas de don Juan: 'De tu tierra'


De tu tierra
(Antología de la poesía manchega entre dos siglos)
Rafael Morales Barba y Ricardo Virtanen (Eds.)
Pre-textos
Valencia, 2015


Don Juan compró el libro como quien compra un melón, a ciegas: venía retractilado y los de la librería —de Ciudad Real: dando facilidades— no le dejaron examinarlo. De entrada no le gustó el título —que más parece reclamo publicitario para vender ajo morado de las Pedroñeras en las Pedroñeras o berenjenas de Almagro a los almagreños—, pero como la editorial es solvente abonó los dieciséis euros sin rechistar. Saliendo a la calle se arrepintió enseguida de la prevención contra el título: tal vez no fuera publicidad pueblerina sino recuerdo de Pavese (Paesi tuoi, traducido por César Palma, y publicado también en Pre-textos como De tu tierra): ojalá.

Pero no: el libro es malo malo malo. Ojo: es malo como antología; de la calidad de los poetas incluidos don Juan no dice nada, porque cada uno tiene la suya —que cualquier lector conoce—, algunos perfectamente contrastada y otros sin pasar de la mediocridad.

¿Por qué es malo como antología? Porque en ningún momento los antólogos exponen ni justifican los objetivos ni los criterios de selección, ni el plan que tienen, ni siquiera —y esto es gordo— qué entienden ellos por poesía manchega o por Mancha o a quién se puede llamar manchego en general... Por ejemplo: de Félix Grande sueltan que es «poeta extremeño», «nacido en Mérida, criado en Tomelloso, pero afincado en Madrid»: ¿en qué quedamos?

Antes, en un prólogo deslavazado, disuasorio, escrito por puro compromiso, con absoluta desatención y redacción impropia no ya de profesores universitarios, sino de estudiantes de la ESO, dicen que este es el «primer volumen», pero no se molestan en indicarnos cuántos habrá, ni qué incluirá cada uno, ni por qué, ni nada de nada.

En fin, una decepción, un cortipega, una faena de aliño, que don Juan lamenta sobre todo por Pre-textos. Quizá porque el editor y el librero podían temérselo, no le han dejado a don Juan comprar el melón a cala y cata.

(Observación: algún lector misericordiosamente atento quizá se pregunte por qué habla don Juan de este libro si le parece tan malo. En efecto, como regla general, don Juan solo lee ya libros que le gustan; los que no le gustan los deja enseguida y no habla de ellos. ¿Por qué de este sí, entonces? Por lo que tiene de síntoma: da la sensación de que con la «poesía manchega» —signifique eso lo que signifique— se puede hacer cualquier cosa, y que ya es bastante haberle ofrecido un púlpito tan vistoso como el de Pre-textos, que no se quejen. Don Juan cree que es pura burla: ¡Señores, un respeto!).

2 comentarios:

  1. En casos como éste, sigamos la pista a las subvenciones. Probablemente demos con algo. Rafael Morales Barba es hijo de un buen poeta, lo que no es un mérito de ningún tipo. De Ricardo Virtanen, poco sé. El caso es que no me extraña que el libro sea malo. El provincianismo, que no tiene mucho que ver con vivir en provincias, es un mal muy común por estas tierras nuestras en las que de boquilla sirve cualquier cosa, con tal de que se diga que es nuestra bien alto.

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    1. Estoy de acuerdo. Y bien cerca nos queda Extremadura: ¡de ahí sí que podríamos aprender!

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